Muchos usuarios buscan perfeccionar su piel mediante un acabado ligero, natural y prácticamente imperceptible, por ello cada vez es más común recurrir a la ayuda de los polvos compactos. Este tipo de maquillaje suaviza la textura de la piel y la matifica, mediante un delicado velo de color.
Los polvos compactos son perfectos para tapar las pequeñas imperfecciones que pueda presentar nuestro rostro y proporcionar el toque de color deseado a nuestra tez. Su textura compacta y polvorosa, hace que el producto sea ideal para pieles grasas o mixtas, proporcionando un acabado suave y sedoso a nuestra piel, y evitando la aparición de brillos sobre ella.
Otra función de los polvos compactos, es la de unificar el tono de piel. Debemos escoger el color que más se adapte a nuestra piel ya que así lograremos un acabado natural y evitaremos la creación del ‘efecto máscara’.
Los polvos compactos nacieron en el año 1400, cuando las mujeres por cuestiones religiosas y sociales debían lucir un rostro pálido. Fue entonces cuando se descubrió el óxido de zinc, que prolongaba el color pálido de la piel por más tiempo. Esta costumbre perduró en el tiempo hasta el año 1900.
En esa época, los polvos compactos eran utilizados por los sectores de clase alta, ya que se convirtió en un cosmético de alto valor adquisitivo y su uso representaba poder y lujo. Debido a su alto coste, durante la primera década del 1900 varias empresas cosmetológicas trabajaron para ponerlos al alcance de todos, y entonces Max Factor, creó el primer polvo compacto utilizado por actores, curiosamente, tan solo se elaboró en una sola tonalidad universal.
Tras este lanzamiento, poco a poco la industria fue avanzando a pasos agigantados hasta elaborar diferentes tonalidades cromáticas más adaptables a todo tipo de pieles, y gracias a esta revolución, en la década de los 30 ya se había convertido en un cosmético totalmente asequible.
Desde ese momento la evolución no paró hasta llegar a día de hoy, y actualmente podemos encontrar polvos compactos con factor de protección solar, no comedogénicos, de cobertura modulable e incluso con componentes rejuvenecedores.
Los polvos compactos proporcionan varios beneficios a nuestra piel, ya que dependiendo de la formulación nos podrán ayudar a tratar y cuidar ciertas afecciones como bien podría ser el acné.
Los polvos compactos tienen la propiedad de fijar el maquillaje sobre la piel por lo que nos ayudan a alargar la durabilidad del maquillaje habitual y bajo un acabado aterciopelado.
Además, su práctico packaging nos permite transportarlo allá donde vayamos, evitando posibles pérdidas y permitiéndonos recurrir a su ayuda ante cualquier tipo de retoque.
Los polvos sueltos o compactos fijan el maquillaje otorgándole una mayor duración y absorben el exceso de grasa de la piel, para garantizarnos un acabado mate y más homogéneo. Para una correcta aplicación de este producto te recomendamos los siguientes pasos:
Firmas icónicas
Como hemos comentado anteriormente, los polvos compactos nacieron en la ‘época moderna’ de la mano de Max Factor, por ello, debemos reconocer la calidad y la eficacia de sus creaciones.
No obstante, también existen firmas como Clinique, Vichy o La Roche Posay, cuyos productos son libres de fragancias e hipoalergénicos, por lo que pueden ser utilizados por pieles más sensibles.
“En Perfume’s Club contamos con una amplia variedad de polvos compactos, todos ellos adaptados a cada tipo de piel y de marcas de confianza y calidad, todas ellas a precios insuperables.