La piel del rostro es de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo ante la exposición solar. Más aún, si la exposición al sol es prolongada o no se realizan los cuidados previos recomendados. Los rayos solares proporcionan muchos efectos positivos en nuestra piel si se toman de forma adecuada, pero también puede provocarnos grandes problemas y daños.
Después de una exposición prolongada al sol, nuestra piel se encuentra más sensible. Para cuidar los efectos adversos que el sol causa sobre nuestra piel, debemos incorporar a nuestra rutina de belleza los conocidos after-sun, que nos ayuden a mejorar las posibles irritaciones, las quemaduras o la deshidratación de la piel.
Para cuidar la piel del rostro después de exponerla al sol, debemos aplicar un tratamiento post-solar adecuado a las necesidades que requiera nuestra epidermis. La función más importante que debe realizar es la de restaurar, equilibrar y calmar la piel, dañada por los rayos solares.
Según nuestro tipo de piel, es aconsejable elegir un tipo u otro de tratamiento post-solar, para que obtener los mejores resultados y un bronceado seguro y duradero.
Para el cutis, siempre recomendamos la utilización de un after-sun específico para el rostro, ya que está diseñado especialmente para el cuidado y la salud de esta zona. Este tipo de productos suelen contener ingredientes hidratantes y calmantes como el aloe vera o, antioxidantes como la vitamina E. Además, suelen combatir las manchas creadas por el sol y el fotoenvejecimiento.
Una larga exposición a los rayos solares, provoca la pérdida de agua corporal. Por este motivo, es importante aplicar algún producto que ayude a calmar e hidratar la piel.
Primero, se recomienda una buena ducha para eliminar las impurezas y bajar la temperatura de la piel. El agua debe ser tibia o fría para calmar la piel y hay que evitar frotar demasiado la piel, para no irritarla más.
Después de la ducha, podemos aplicar un exfoliante facial ligero, para que nos ayude a abrir los poros de la tez sin que la dañe todavía más. Seguidamente, aplicamos un tratamiento hidratante y nutritivo que nos ayude a volver a equilibrar la piel y calmarla después de exponerla al sol.
Para el cuidado de nuestra piel, también es importante mantener una dieta equilibrada con carne roja y pescados azules, zumos ricos en vitamina C, verduras e hidratarse constantemente con agua.
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Entre las firmas más reconocidas cabe destacar Ecran, L’Oréal, Biotherm y Kanebo. Todas ellas nos ofrecen un sinfín de texturas para poderlas adaptar a cada tipo de piel y conseguir un bronceado dorado, atractivo y de gran durabilidad.