Activos de efecto antiencrespamiento con carga positiva: el cabello estropeado tiene en su superficie cargas negativas, que son las responsables de la electricidad estática y del encrespamiento del cabello. Estos activos positivos se adhieren a la superficie del cabello, neutralizan las cargas negativas y evitan el encrespamiento.
Queratina de origen vegetal: una mezcla de proteínas vegetales, con la misma composición de aminoácidos que la queratina de nuestro cabello. La mejor alternativa a la queratina de origen animal. Queda fijada en el cabello, reparando las partes dañadas y aumentando el grosor de la fibra. Aporta fuerza y resistencia a la rotura.
Colágeno marino: es obtenido de algas marinas pardas mediterráneas, principalmente de Fucus y Laminaria. Su composición en aminoácidos es semejante a la del colágeno del tejido conjuntivo de la piel humana. Por tanto, posee propiedades nutritivas, regeneradoras y protectoras para la piel y el cabello.
Proteínas de trigo hidrolizadas: de efecto protector térmico y reparador. Forman una película sobre la fibra capilar, y la protegen de los daños causados por la temperatura de la plancha, secadores y otras herramientas térmicas. Proporcionan también fuerza, elasticidad y resistencia a la rotura.
Aceite de Babassu: se obtiene del núcleo de la nuez de la palmera Babassu, original de Brasil. Su proceso de obtención es 100% natural. Se trata de un aceite sólido, de color blanco, que, en contacto con la piel y el cabello, se funde y se extiende formando un film emoliente. Es un aceite único, que aporta una sensación lujosa y suave tanto a la piel como al cabello. Es excelente como protector del color en cabellos teñidos.
Panthenol Pro-vitamina B5: un agente humectante e hidratante que penetra a través de la cutícula del cabello. Retiene la humedad natural del cabello y reduce la pérdida de agua por evaporación, manteniendo la hidratación del cabello.